Historia de la Biblioteca Laura Manzo - BLM

Comienzos

En el año 1993 el Consejo Superior de la Universidad solicita al Rector (RES.CS. 53/93) la licitación para la construcción del edificio de la Biblioteca; al mismo tiempo, se realiza un relevamiento de las necesidades académicas de bibliografía y se inicia la primera compra de libros.

Iniciando el año 1994, el Rector designa a Laura Manzo como directora de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Quilmes (Res. 66/94) y decide, a través de esta designación, la creación de la Biblioteca. Estos pasos administrativos podemos decir que son los que dan comienzo a la historia de la Biblioteca Laura Manzo.

Durante los primeros años las prioridades fueron varias: la conformación de la colección a través de compras y donaciones; la organización de la planta profesional y administrativa; y el diseño de la organización institucional de la Biblioteca y la generación y adecuación del espacio físico.

Recién a comienzos del año 1995 se le asigna a la Biblioteca un espacio propio, transitorio, en la denominada Aula 1 (hoy aulas 210 y 212). Allí comienza a funcionar con una sala de lectura y un servicio de préstamo a domicilio con estantería cerrada. El desarrollo y aprobación del Reglamento para uso de la Biblioteca es la manifestación institucional de la puesta en funciones del servicio de Atención al Usuario de la Biblioteca.

El desarrollo de la coleccion se inicia con una primera compra de 265 libros y una donación que constaba de 360 ejemplares. Los primeros convenios que se firmaron fueron con la CNEA (para la implementación de un Software para la catalogación del fondo bibliográfico) y con el INDEC para poder acceder a su base de datos.

Con el paso del tiempo y un consciente trabajo profesional, la Biblioteca fue acompañando el crecimiento de la Universidad en términos edilicios y organizativos, desarrollando y ampliando su colección y los servicios ofrecidos.

Edificio actual

El actual edificio donde se emplaza la Biblioteca se inaugura el 29 de septiembre de 1995, pero comienza a brindar servicios en el mes de Octubre, con la nueva modalidad de estanterías abiertas y servicio de préstamo electrónico. El personal de la Biblioteca alcanzaba a siete personas, entre profesionales, administrativos y pasantes.

A partir de allí se fueron conformando distintas áreas de trabajo hasta llegar a la actual estructura orgánica, que consta de siete áreas: Dirección, Procesos Técnicos, Sistemas, Selección, adquisición y canje, Compras, Referencia y Servicios al Usuario, con un personal compuesto de 21 integrantes entre profesionales y administrativos.

Este proceso de crecimiento se fue reflejando en las modificaciones del espacio físico: en un principio las oficinas de dirección y procesos técnicos se encontraban donde actualmente están las estanterías. Llegando al año 1997, estas oficinas al entrepiso, equipadas con las primeras temrinales de internet.

En ese mismo entrepiso se le dio lugar a una colección especial denominada Fondo Reservado, compuesta por material de valor histórico que requiere un tratamiento específico de conservación.

En  1998 la Biblioteca acompaña a la Universidad en la Sede Florencio Varela, brindando servicios a los alumnos de dicha sede.
En este tiempo la Biblioteca contaba ya con un fondo bibliográfico de 8000 títulos y unos 600 usuarios asociados.

Durante el 2000 se inaugura una Sala de Internet para los usuarios, con 62 terminales habilitadas para la navegación.
Los avances en términos de conectividad permitieron a la Biblioteca brindar servicios de consultas con acceso remoto a bases de datos, bibliotecas digitales y otros catálogos en línea, lo que abre la puerta en el año 2001 a más de 1600 títulos de revistas electrónicas a través de la base de datos EBSCO. En el año 2004, La Biblioteca obtiene el acceso a la Biblioteca Electrónica en Ciencia y Tecnología del entonces SECYT y a colecciones de la base de datos JSTOR.

Colecciones

La colección de la Biblioteca se fue desarrollando a la par de las necesidades académicas de la Universidad. Además de libros y publicaciones periódicas, se sumaron otros soportes, como VHS y DVD, que formaron importantes colecciones de cine clásico y moderno. También se incluyen mapas, láminas, CD´s y otros tipos de soportes como diskettes, cassettes y diapositivas.

Se desarrollaron además colecciones con características especiales: el Fondo Reservado, una colección de Textos Accesibles para personas con discapacidad, una colección de Literatura Infanto Juvenil y un Archivo de Música y Arte Sonoro.
La colección total cuenta actualmente con más de 25.000 títulos.

Los servicios brindados a los alumnos, investigadores y docentes también fueron evolucionando: formación de usuarios, incorporación del Servicio de Referencia presencial y virtual, ampliación del cupo de préstamos por usuario, renovación telefónica, renovación en línea, desarrollo de redes sociales, son algunos ejemplos del modo en el que la Biblioteca se conecta con la comunidad educativa.

Este crecimiento exponencial en cantidad de materiales y servicios brindados por la Biblioteca produjo cambios en el modo de catalogar, procesar, organizar y distribuir ese material. A lo largo de la historia de la Biblioteca se utilizaron varios sistemas tanto para la catalogación de la colección como para el préstamo a los usuarios. Actualmente se utiliza el sistema KOHA, de utilización sobre plataforma WEB.

En agosto del año 2015 comienza a funcionar el Repositorio Institucional Digital de la Universidad Nacional de Quilmes (RIDAA), coordinado por la Biblioteca, en el cual “se almacena, organiza, gestiona, preserva y difunde la producción científica, académica, artística y cultural en formato digital, generada por los integrantes de la comunidad universitaria”.

Biblioteca Laura Manzo

El 16 de Mayo del año 2006 se produce el lamentable fallecimiento de la Directora de la Biblioteca, la Licenciada Laura Manzo. En un acto homenaje, el 6 de diciembre de ese mismo año la Biblioteca Central recibe su nombre.
La idea de una institución que se acerca a la comunidad para transformarla es un legado que se actualiza constantemente, revitalizando cada día su memoria.

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